Cirugías
TRAUMA FACTURAS
Una fractura es una grieta o una rotura de un hueso. La mayoría de las fracturas son consecuencia de la fuerza aplicada a un hueso.
- Las fracturas suelen ser consecuencia de lesiones o de un uso excesivo.
- La zona lesionada duele (especialmente cuando se usa), generalmente está hinchada, y puede estar contundida, distorsionada, angulada o fuera de su posición.
- También pueden estar presentes o desarrollarse con posterioridad otras lesiones, como las lesiones de los vasos sanguíneos y nervios, el síndrome compartimental, infecciones y problemas articulares a largo plazo.
- A veces los médicos pueden diagnosticar las fracturas basándose en los síntomas, las circunstancias causantes de la lesión y los resultados de la exploración clínica, pero por regla general se necesitan radiografías.
- La mayoría de las fracturas cicatrizan bien y ocasionan pocos problemas, pero el tiempo que tardan en curarse varía, dependiendo de muchos factores, como la edad del paciente, el tipo y la gravedad de la lesión y la presencia de otros trastornos.
- El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la fracturas y puede incluir analgésicos, PRICE (protección, reposo, hielo -ice-, compresión y elevación), maniobras o procedimientos para colocar las piezas dañadas de nuevo en su posición normal (reducción), inmovilización de la parte lesionada (por ejemplo, con un yeso o una férula), y a veces cirugía.
Los huesos forman parte del sistema musculoesquelético, que también incluye los músculos y los tejidos que los conectan (ligamentos, tendones y otros tejidos conjuntivos, llamados tejidos blandos). Estas estructuras proporcionan al cuerpo su forma y su estabilidad, haciendo que pueda moverse.
Causas de las fracturas
La causa más frecuente de las fracturas es un traumatismo. El traumatismo incluye:
Un traumatismo directo, como sucede en caídas o accidentes de tráfico
Fuerza moderada repetida, como puede ocurrir en los corredores de larga distancia o en los soldados que marchan con una carga pesada en la espalda (estas fracturas se denominan fracturas por sobreesfuerzo)
La gravedad de la fracturas depende en parte de la intensidad del traumatismo. Por ejemplo, una caída desde la propia altura suele causar fracturas menores, pero una caída desde un edificio alto puede causar fracturas graves que afectan a múltiples huesos.
Algunas fracturas se producen durante la actividad deportiva.
Algunos trastornos pueden debilitar el hueso. Entre estos factores se incluyen los siguientes
Ciertas infecciones
Tumores óseos (que pueden ser cancerosos o no), incluidos los cánceres que se han diseminado (metástasis) desde cualquier parte del cuerpo hasta el hueso
Osteoporosis
Las personas con uno de estos trastornos también son más propensas a romperse un hueso, incluso cuando la fuerza ejercida es leve. Este tipo de fracturas se denominan fracturas patológicas.
Síntomas de las fracturas
El síntoma más claro de una fractura es
Dolor
La parte lesionada duele, especialmente cuando el sujeto trata de cargar peso o mover la extremidad. La zona que rodea a la fractura es dolorosa al tacto. Otros síntomas incluyen
Hinchazón
Una parte que se ve deformada, doblada o fuera de su posición
Hematomas o decoloración
Incapacidad para usar la parte lesionada con normalidad
Posiblemente pérdida de la sensibilidad (entumecimiento o sensaciones anómalas)
Las fracturas generalmente causan hinchazón, pero ésta puede tardar horas en aparecer y, en algunos tipos de fracturas, es muy leve.
Cuando los músculos que rodean la zona lesionada tratan de mantener el hueso fracturado en su posición se pueden producir espasmos musculares, causando un dolor adicional.
Se producen hematomas cuando existe un sangrado por debajo de la piel. La sangre puede provenir de los vasos sanguíneos del hueso fracturado o de los tejidos circundantes. Al principio, el moratón es de color negro violáceo y se va tornando entre verde y amarillo a medida que la sangre se descompone y el organismo la reabsorbe. Esta puede desplazarse a bastante distancia de la fractura, lo que causa un hematoma de grandes dimensiones o bien un hematoma a cierta distancia de la zona lesionada. La sangre puede tardar semanas en reabsorberse. La sangre acumulada produce dolor temporal y rigidez en las estructuras circundantes. Por ejemplo, las fracturas del hombro pueden causar moratones en todo el brazo y provocar dolor en el codo y en la muñeca.
El dolor, igual que la fractura misma, impiden a menudo que la persona afectada mueva la parte fracturada con normalidad.
Debido a que los movimientos de la parte lesionada son dolorosos, el paciente generalmente no quiere realizar movimientos. Si el paciente no puede hablar (como en niños pequeños o ancianos), la negativa a mover una parte del cuerpo puede ser el único signo de una fractura. Sin embargo, algunas fracturas no impiden a la persona afectada mover la zona lesionada. El hecho de que la zona lesionada pueda moverse no significa que no haya fractura.
ARTROSCOPÍA
La artroscopia es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, caracterizada por la introducción, mediante pequeñas incisiones, de una cámara (artroscopio) que permite visualizar la totalidad de la articulación de manera completa. Este tipo de técnica quirúrgica ofrece más y mejores soluciones de visualización y maniobra que la cirugía abierta. Así pues, las complicaciones de la artroscopia son mínimas y la recuperación tras una cirugía artroscópica es más rápida y mejor.
¿EN QUÉ CONSISTE LA CIRUGÍA? PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LA ARTROSCOPIA
Como hemos dicho, en la artroscopia es necesario hacer solo una o dos pequeñas incisiones. Por este motivo, la cirugía se suele llevar a cabo bajo anestesia regional. Una de dichas incisiones sirve para introducir la cámara (artroscopio), la otra para los instrumentos y para aspirar e iluminar la articulación. Gracias a la cámara y a la iluminación, el cirujano puede visualizar DE MANERA COMPLETA Y MUCHO MEJOR QUE CON CIRUGÍA ABIERTA, la totalidad de la articulación. Si bien se puede pensar y existe la creencia de que con cirugía abierta se ve mejor, NO ES ASÍ.
¿CUÁNDO SE REALIZA UNA ARTROSCOPIA?
Es un tipo de cirugía que, por sus características de mínima invasión, ofrece múltiples beneficios. Es especialmente útil para intervenir articulaciones como la rodilla, el hombro, la cadera, el codo, el tobillo o la muñeca.